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La captura de componentes y materiales al final de la fase de uso de un edificio requiere una decisión consciente en la etapa de diseño, de modo que el edificio se vea no solo como una entidad estética y funcional, sino también como un futuro almacén de materiales.
En Brummen, en los Países Bajos, se necesitaba un nuevo ayuntamiento, pero existía la preocupación de que, debido al cambio de los límites del distrito, el edificio pudiera volverse redundante en un futuro previsible. Por lo tanto, el municipio decidió encargar un edificio con una vida útil fija de 20 años.
El arquitecto, Thomas Rau, respondió a las necesidades del municipio diseñando una estructura tipo Lego donde el 90 % de los materiales podrían desmontarse y reutilizarse después de 20 años. Para lograr este ambicioso objetivo, se evitó el hormigón difícil de reciclar y, en cambio, la construcción favoreció elementos prefabricados en madera de alta calidad, con ajustes de diseño introducidos por el proveedor, lo que permitió maximizar la reutilización futura.
¿Qué lo hace circular?
Los materiales que se utilizan para la construcción tienen el potencial de ser muy duraderos, como lo demuestran los innumerables edificios históricos que conforman nuestro entorno construido. A pesar de esta durabilidad comprobada, más comúnmente cuando ya no se necesita una estructura, la longevidad potencial y el valor residual no se realizan porque la estructura no se deconstruye fácilmente y, por lo tanto, los materiales no se pueden recuperar económicamente para utilizarlos en edificios futuros.
Para el Ayuntamiento de Brummen, desde el principio el edificio fue diseñado para su futura reutilización y montaje modular. Además, todo el conjunto estructural se registró en un pasaporte de materiales (ver más abajo), convirtiéndolo en un depósito de materia prima para futuros edificios.
Beneficios
Emisiones de carbono reducidas. Los enfoques circulares para el entorno construido, así como la reutilización, podrían reducir las emisiones asociadas con los edificios en un 38 %.
Según el contratista BAM, el diseño del Ayuntamiento de Brummen garantiza que los materiales de construcción tendrán un valor residual del 20 %al final de la vida útil del edificio.
El método de construcción modular también redujo significativamente el período de construcción, lo que generó ahorros en los costos.
Un material con pasaporte
El ayuntamiento de Brummen recibió el primer pasaporte de materiales del mundo, que registra información relacionada con los materiales, componentes y productos del edificio.
De esta forma el Ayuntamiento ha superado su función principal convirtiéndose, como describe Thomas Rau, en “un depósito de material para los futuros edificios”.
Un pasaporte material proporciona dos elementos clave:
Reconoce que un material existe en una estructura particular (por ejemplo, un barcoo un edificio) y por lo tanto tiene un valor.
Identifica el destino futuro más útil.