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Algramo es un sistema que permite a los clientes recargar productos domésticos mediante el uso de máquinas dispensadoras inteligentes y envases con chip RFID. Los clientes acreditan su cuenta a través de una aplicación y llevan su empaque inteligente a un dispensador Algramo. La máquina reconocerá el empaque y dispensará el producto correcto en la cantidad deseada sin necesidad de iniciar sesión o pagar.
Los sistemas de dosificación de Algramo atienden marcas como Quix (lavavajillas), Omo (detergente), Pinesol y Clorox (limpieza general). Actualmente, los dispensadores están disponibles en Santiago (Chile), Nueva York (EE. UU.) y Yakarta (Indonesia).
En 2020 se han puesto en el mercado más de un cuarto de millón de envases a través de Algramo, todos ellos 100% reutilizables.
Reutilización: una revolución en ascenso
La plataforma de recarga de Algramo es un ejemplo icónico de “Recarga sobre la marcha”, que es uno de los cuatro modelos de reutilización orientados al consumidor:
Recarga en casa. Los usuarios recargan su contenedor reutilizable en casa.
Recarga sobre la marcha. Los usuarios rellenan su contenedor reutilizable fuera de casa.
Devolución desde casa. El servicio de recogida recoge el embalaje en casa.
Devolución sobre la marcha. Los usuarios devuelven el embalaje en una tienda o punto de entrega.
Reutilizar es el estándar de oro para una economía circular para plásticos porque, a diferencia del reciclaje, mantiene la integridad estructural de los envases, conservando así todos los recursos utilizados en el proceso de fabricación. Uno de los principales desafíos para los modelos de reutilización se relaciona con la higiene.
Sin embargo, como la mayoría de los productos de Algramo son productos de limpieza, este problema es mucho más fácil de manejar en comparación con la recarga de productos alimenticios. Hubo un aumento del 356 % en las ventas en Santiago durante abril-junio de 2020, cuando la ciudad estaba en confinamiento total.
Beneficios de la reutilización
El sistema de recarga sobre la marcha de Algramo demuestra muchos de los beneficios clave asociados con la reutilización:
Reduce costos, ya que se necesita menos plástico para suministrar productos a una base de clientes más grande.
Se adapta a las necesidades del usuario, dado que los clientes solo pagan por lo que necesitan.
Mejora la experiencia del usuario, porque los dispensadores inteligentes y los envases inteligentes permiten pagos inteligentes.
Genera lealtad a la marca, debido a que la flexibilidad y una experiencia de usuario mejorada generan lealtad.
Reúne inteligencia de negocio lo que permite optimizar las ofertas de productos y el sistema.
Si solo el 20 % de todos los envases de plástico se convirtieran para reutilizarlos, esto representaría una oportunidad de negocio de USD 10 000 millones.
Una economía circular más inclusiva
Quizás el potencial más significativo que ofrece Algramo es que permite que un grupo demográfico más amplio de clientes acceda a marcas ecológicas, al esforzarse por ser mejores y más baratos. El CEO José Manuel Moller estima que el 30 % del precio de un producto está en el empaque, por lo que si este se puede eliminar, es posible vender a precio de mayoreo y permitir que el cliente dispense solo la cantidad que necesita. Entonces, en sus palabras, “la gente no tiene decidir entre su bolsillo o su planeta”.
Otras lecturas:
Artículo de Techcrunch sobre la reciente ronda de financiación de USD 8,5 millones de Algramo: aquí